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Lealtad Por La Profesión Contable

El contador en la sociedad

 

Un contador resulta indispensable en cualquier organización o empresa, su presencia genera grandes beneficios   en   el crecimiento y desarrollo de esta. Este profesional debe   tener varias características que van desde su perfil académico con conocimientos    actualizados, competencias    pertinentes, un actuar con transparencia   frente   a   la   información   obtenida   y sobre todo, el compromiso de ajustar su que hacer profesional, con las normas éticas correspondientes, para así enaltecer la profesión y por lo tanto dotar de prestigio y reconocimiento a su labor, sea cual sea el medio donde se desempeñe.

 

Los contadores somos profesionales que en su día a día nos relacionamos con los negocios y sus riesgos, razón por la cual, debemos emprender el   desarrollo   de   nuestras   competencias, tales como, la capacidad de observación, la capacidad de comunicación, el   ser   visionario (no   sólo   para   hacer proyecciones, sino   también   para   prevenir   situaciones desfavorables para una organización) y la capacidad de juicio profesional.

 

Con el pasar del tiempo, la contaduría ha ido evolucionando y transformándose conforme la economía y los negocios se transforman. Por tanto, debe ser entendida como una disciplina que se encarga de identificar y medir los hechos económicos de las organizaciones, con el fin   de   proporcionar   información   útil para la toma de decisiones. Ha estado sumergida en constantes cambios, a raíz de los procesos acelerados que ha traído la evolución de la humanidad, a través de la globalización y del modelo neoliberal, donde   ha   predominado   el   capitalismo, llevando a que en la actualidad se encuentre enmarcada en una nueva estructura normativa. Es por esta razón que hoy, no solo se requiere abarcar información financiera, sino, contenidos medioambientales y sociales que permitan dar un giro a la profesión, al participar en los procesos que son llevados a cabo a nivel internacional.

 

A todo esto, entonces, ¿Cuál es la importancia de la profesión contable en la sociedad? Más que una simple respuesta, resulta necesario aproximarse a la realidad, veamos: La   empresa   es, junto a la familia, el núcleo económico base de la sociedad. Del éxito o del fracaso de una empresa emergen diversos factores, detengámonos a pensar: si una empresa se viene abajo sus trabajadores sufren   las   consecuencias, lo   que   incide directamente en los indicadores   de   empleo   y   desarrollo económico de un país; o si se prefiere partamos del supuesto que una empresa no atiende   a   sus   deberes   tributarios, generando un déficit en el fisco y por tanto un fraude a la sociedad.

 

Luego entonces de dichas premisas podemos concluir: No hay desarrollo económico si no   hay   núcleos   básicos   de   la   economía; sin economía productiva no hay desarrollo social, las responsabilidades económicas que   atañen   a   un   ente   social   caen en los hombros de alguien, ese alguien es el Contador Público o Privado y es justo ahí, donde observamos que del buen manejo de su profesión, dependen un sinnúmero de factores que tiene trascendencia económica   y   social   tanto   dentro   de   la empresa como externamente frente a la sociedad.

 

Esto nos lleva a reflexionar si así, como la contabilidad ha sido transformada por la globalización de la economía y los negocios, y ésta ahora obedece a nuevos marcos de referencia como lo son las Normas Internacionales   de   Información   financieras   (NIIF), Normas   Internacionales   de   Información   Financiera   para   pequeñas y medianas empresas (NIIF Pymes), Normas Internacionales de Contabilidad para   el   Sector   Público   (NICSP),   Normas Internacionales de Auditoria (NIAS), los contadores también   nos hemos transformado? o estamos   anestesiados   en   el   conocimiento de marcos de referencia que se quedaron con la guerra fría y el muro de Berlín.

 

En la actualidad las empresas necesitan capacitar a su personal para crear un ambiente de trabajo sano, sin embargo, suelen olvidarlo, y es precisamente en ese momento cuando surgen problemas con la comunicación y desempeño de los empleados, dando como resultado la baja productividad. Por tal motivo las organizaciones deben realizar actividades para que los empleados logren superarse dentro de la empresa.   En   los   gremios profesionales sucede lo mismo, si no nos hacemos el buen habito de actualizamos al son que el mundo gira, difícilmente vamos a poder fertilizar nuestra competencia profesional, y este   es   un principio   fundamental    que    incorpora    nuestros    códigos deontológicos de ética.

 

La competencia profesional de los contadores

 

Me he dado cuenta de que, en general en otras partes del mundo el Contador también es visto como una obligación laboral para cumplir con los requerimientos de los gobiernos, es   decir, las   empresas buscan tener a alguien que determine sus impuestos, firme declaraciones, atienda los requerimientos de hacienda, le evite problemas posteriores y en el mejor de los casos para preparar los estados financieros   para   asambleas, consejos, bancos, entre   otros. En lugar de buscar en el Contador como una herramienta para el desarrollo de su empresa, ya que cuenta con todos los elementos y preparación para aportar su experiencia al momento   de   tomar decisiones para la empresa, sin embargo y desafortunadamente en la gran mayoría de los casos no son tomados en cuenta. Esta situación se debe en gran medida al poco valor que algunos Contadores le dan a su profesión, y que de alguna manera les da la comodidad de establecerse en su zona de confort sin tomar ningún   riesgo   para aportar lo que realmente saben.

 

El Contador debe tomar un rol más participativo y hacer que su desempeño le agregue valor a la empresa en todo lo que hace, para que en las empresas los aprecien más allá de ser los pagadores de impuestos.

 

Sin embargo, para lograrlo se requiere incrementar su conocimiento y experiencia, y la única forma de conseguir   estos   elementos   es   a través de una capacitación y formación continua, no sirve que cada año una vez que se publican los cambios a las leyes fiscales, sea cuando los contadores se   preocupan   por   capacitarse   con   un   curso de un día. La competencia del Contador debe ir más allá de esto, inclusive debería de participar   más   en   seminarios, simposios, congresos y en   foros   de   discusión   para   los   proyectos   de auscultación cuando se anuncian los cambios a las Normas de Información Financiera o de las propias leyes fiscales, además de realizar y participar más en proyectos de investigación en estas materias.

 

Es mi deseo que con el tiempo los Contadores se den cuenta de su potencial en las organizaciones, busquen incrementar su preparación académica, logren la especialización en materias   de   alta   relevancia para las empresas, involúcrese   en   las   propuestas   de   cambio   en todas las áreas del Contador, pero sobre todo muéstrese realmente como un profesional comprometido capaz de aportar a las organizaciones mucho más que simples cálculos de impuestos.

 

Lealtad por nuestra profesión

 

En mis clases, charlas y conferencias, hemos predicado el principio de la lealtad. Una lealtad no solo con nuestros pares y colegas, lealtad con una profesión, misma que nos ha acompañado desde los tiempos de Fray Luca Pacioli, y que, a través de los tiempos, se ha transformado y nos invita a ser mejores profesionales. Debemos ser leales con esta gran profesión, de mi parte, doy fe que me siento orgulloso de ser Contador Público y Privado y de ejercer la carrera con apego a las normas   y códigos que ella misma encierra. Inicié   mis estudios de contabilidad en mitad de los años 80, al inicio fue difícil, no tenía la pasión ni el amor; para aquel tiempo era común migrar al norte a vivir el sueño americano, ya todo estaba planificado, yo me iría con mis amigos a vivir esa experiencia de vida, sin embargo, al pedir la dirección al ser supremo, una voz interna me llevó hasta el Instituto Técnico de Administración de Negocios (ITAN), en esa gran Institución inició mi aventura, mi sueño de ser un Contador, tal y como se lo había prometido a mi madre cuando era estudiante de colegio, esa misma promesa detonó mi deseo ferviente de descubrir y conocer los secretos de esta hermosa y noble profesión.

 

Recuerdo haber comprado innumerables libros de contabilidad, como olvidar a “Finney Miller” mi enciclopedia de “Océano”, contabilidad de Guajardo, los SAS, los FASB, los Boletines Mexicanos de los PCGA. Estos y otros libros me formaron mi   criterio   técnico, tuve   grandes   profesores que nunca olvidaré, Rey Jiménez, Lenin Días, Domingo Motta, ellos son los responsables de mi formación técnica.

 

Pero para todos es conocido que, la formación técnica no es suficiente, esta se debe asociar con la formación práctica, es aquí donde encontré grandes formadores, entre estos hay uno que recuerdo con gran cariño, mi gran maestro Don Edgar Gutiérrez, a   él   mi   sentimiento   de   gratitud, pues le debo el honor de ser el profesional que soy hoy.

 

Con el pasar de los años me fui enamorando cada vez más de mi profesión, de mi orgullo de ser contador, siempre inventaba centros de estudio con mis compañeros, día a día estudiábamos, teníamos el deseo de ser los mejores, sí, ser los mejores… que lindos esos años.

 

Este mismo entusiasmo, hasta la fecha, permanece vivo en mi corazón, por eso digo que “Las Cuerdas de mi Corazón vibran al son de la contabilidad”. Mi apostolado es servir, servir a la comunidad contable, a la sociedad y lo hago con el único propósito de ser leal, leal a esta profesión que me ha formado, que ha hecho de mi un hombre útil a la sociedad, ¿Cómo no ser leal a tan distinguido honor?... La lealtad es lo que hace a las personas excelentes, los equipos ganadores y las organizaciones empresariales en entidades de   primer   nivel.   El   ex secretario del Tesoro de EUA, Donald Regan, dijo: "Hay que dar lealtad, si se quiere lealtad".

 

En diferentes percepciones, muchas   personas   suelen   responder   con lealtad si se gana el respeto, se aprecia la honestidad, se gana el amor y se devuelve la lealtad. Es así, que con todo el respeto y cariño que les tengo, les invito a ser leales a esta nuestra gran profesión, nuestra gran carrera, digamos todos juntos, “que   orgulloso   me   siento   de   ser Contador”.

“Las Cuerdas de mi Corazón vibran al son de la contabilidad”.

 

Autor:

Arturo Baltodano

BCR Consultores

ALTAC Costa Rica

Email: [email protected]

Link: bit.ly/3waDwFN


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